por Rubén Greco Rótolo
Jueves 24 de Marzo, otro día de la Memoria, otra multitud inundando las calles. Y que cada año parece crecer más y más.
Emerger de la estación de subte Avenida de Mayo resultó estremecedor. Imagino que una celebración de la memoria de ese modo, alegre, reflexivo y sobre todo multitudinario, es una estaca que se clava cada día más en el pecho de quienes sostienen el “olvido” como método mejor para la construcción de la identidad de un país. Nos faltan 30.000 compañeros, y sostenemos su recuerdo y su lucha con alegría y emoción. Mucho más hoy, que la Justicia empieza a aparecer en el horizonte.
También nos faltan 18 hermanos a los que fuimos y siempre seremos Scouts. De eso pocos hablan. Ocurrió en el partido bonaerense de Caseros. Los chicos trabajaban junto al padre Bertone (sacerdote tercermundista) y el ejército los desapareció. So pretexto de que eran “guerrilleros”.
Continuando el eterno exhorto, a ustedes queridos lectores, a reflexionar. Ya las turbulentas aguas del proceso militar se han aquietado. Ahora podemos pensar con claridad.Y allí estaban presentes un grupo de muchachos y muchachas, sobre la Avenida de Mayo este aniversario. Luciendo orgullosos sus pañuelos y elevando un cartel en cada mano, el cual declaraba que sostenían el deseo de justicia y memoria. Algo tan simple como Justicia y Memoria.
Quien estas líneas escribe caminaba distraído, tal vez por la multitud, o tal vez por la sensación estremecedora de escuchar que los eternos bombos peronistas no se han callado por más que nos han tirado con todo el arsenal que tuvieron los enemigos del pueblo (persecuciones laborales, afrentas empresariales, monopolios mediáticos, balas de goma, balas de plomo, drogas y vuelos de la muerte). Hasta que al llegar a una esquina, aún lejos de la Plaza; esa plaza de las Madres, la misma que la de nuestras Abuelas; allí, una sensación de frío recorrió sus párpados al hallar a ese grupo de hermanos scouts.
Unas simples palabras cruzaron, y un apretón de manos bastó para recordar que una vez que lleváramos un pañuelo envolviendo nuestros cuellos nunca jamás estaríamos solos.
Hoy más que nunca recuerdo a esos 18 hermanos y a todos nuestros 30.000 compañeros con un fuerte y orgulloso grito: SIEMPRE LISTO!
Publicado orginalmente en la edición impresa de Noticias de la Región. Año 2 N°61 30 de Marzo de 2011